Los probióticos han ganado atención por su posible papel en la mejora de la fertilidad, pero cómo funcionan exactamente? Exploremos la conexión entre los probióticos, la microbiota vaginal y la fertilidad femenina.
Qué es la microbiota vaginal?
La microbiota vaginal, también conocida como flora vaginal, es el conjunto de bacterias que viven en el área genital femenina y desempeñan funciones protectoras esenciales. La mayoría de estas bacterias pertenecen al género *Lactobacillus*, que ayudan a prevenir el crecimiento de microorganismos dañinos.
El semen tiene microbiota?
Sí, el semen también contiene una variedad de bacterias no patógenas, incluidas Lactobacillus y Streptococcus. Este conjunto de bacterias se conoce como microbiota seminal.
Qué sucede si mi microbiota vaginal cambia, y puede afectar mi fertilidad?
La flora vaginal cumple una función protectora, pero si disminuye el equilibrio de Lactobacillus y otras bacterias aumentan, ocurre una condición llamada disbiosis vaginal. El tipo más común de disbiosis es la vaginosis bacteriana, que puede afectar negativamente la fertilidad. La disbiosis afecta la receptividad endometrial, que es la capacidad del endometrio de interactuar con un embrión para la implantación. Como resultado, un desequilibrio en la microbiota vaginal puede ser la causa de fallos de implantación y/o abortos espontáneos.
La flora vaginal afecta los tratamientos de fertilización in vitro (FIV)?
La investigación ha demostrado un vínculo significativo entre el éxito de la FIV y la microbiota vaginal. Los estudios sugieren que las mujeres que se someten a tratamientos de FIV y que tienen vaginosis bacteriana experimentan tasas de embarazo más bajas. En cambio, una flora vaginal equilibrada, dominada por Lactobacillus y con baja concentración de otras bacterias, se asocia con mejores resultados reproductivos durante la FIV. Específicamente, la disbiosis puede afectar dos fases cruciales de la FIV: la estimulación ovárica y la transferencia de embriones.
Tratamiento probiótico: sí o no?
Sí! Los probióticos, que contienen diversas cepas de Lactobacillus, se recomiendan cuando hay un desequilibrio en la flora vaginal. Estos suplementos ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota vaginal, mejorando las posibilidades de una concepción exitosa, tanto de manera natural como a través de tratamientos de reproducción asistida como la FIV.
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